
7 señales de que tu intestino necesita equilibrio
Nuestro intestino hace mucho más que digerir los alimentos: aloja billones de bacterias que influyen en la energía, el estado de ánimo, la piel e incluso en el sistema inmunológico.
Cuando este delicado ecosistema —conocido como microbiota intestinal— se desequilibra, el cuerpo empieza a enviar señales, y reconocerlas a tiempo es clave para restaurar la armonía desde dentro. Hoy te compartimos 7 señales de que tu intestino necesita equilibrio.
Tiempo de lectura: 4 minutos
1) Hinchazón y digestión pesada
Si notas el abdomen inflamado después de comer o una digestión más lenta de lo normal, puede ser una señal de desequilibrio bacteriano. Esto sucede porque las bacterias dañinas fermentan los alimentos de forma ineficiente, produciendo gases y malestar.
Cómo restaurarlo: Incorpora alimentos fermentados (como kéfir, kimchi o chucrut) y evita ultraprocesados que alteran la flora intestinal.
2) Cansancio sin razón aparente
Cuando el intestino no absorbe bien los nutrientes, tu cuerpo carece de la energía que necesita. El desequilibrio intestinal puede afectar la producción de neurotransmisores como la serotonina, relacionada con el bienestar.
Cómo restaurarlo: Aumenta el consumo de fibra y prebióticos naturales (plátano, avena, espárragos) y prioriza el descanso profundo.
3) Niebla mental o dificultad para concentrarte
Si sientes la mente nublada, ¡tu intestino podría estar detrás del problema! El eje intestino-cerebro conecta la microbiota con el sistema nervioso, por lo que un intestino inflamado puede alterar la claridad mental.
Cómo restaurarlo: Reduce el consumo de azúcares refinados y practica técnicas de respiración o mindfulness que disminuyan el estrés intestinal.
4) Cambios en tus hábitos intestinales
¡Estreñimiento, diarrea o irregularidad son señales directas!Un microbioma alterado afecta la motilidad intestinal y la capacidad de absorber agua.
Cómo restaurarlo: Aumenta tu consumo de agua, frutas con fibra soluble (manzana, pera) y suplementos con probióticos de calidad.
4) Cambios en tus hábitos intestinales
¡Estreñimiento, diarrea o irregularidad son señales directas!Un microbioma alterado afecta la motilidad intestinal y la capacidad de absorber agua.
Cómo restaurarlo: Aumenta tu consumo de agua, frutas con fibra soluble (manzana, pera) y suplementos con probióticos de calidad.
5) Problemas en la piel
Brotes, enrojecimiento o sequedad persistente pueden tener su origen en el intestino. Esto se debe a que la inflamación intestinal genera toxinas que se reflejan en la piel.
Cómo restaurarlo: Añade alimentos ricos en antioxidantes (arándanos, té verde, cúrcuma) y prioriza un enfoque antiinflamatorio en tu dieta.
6) Cambios de humor o ansiedad
Un intestino desequilibrado puede influir directamente en tus emociones ya que más del 90% de la serotonina —la hormona del bienestar— se produce en el intestino.
Cómo restaurarlo: Consume fuentes naturales de triptófano (semillas, nueces, legumbres) y dedica tiempo diario a relajarte y conectar contigo misma.
7) Resfriados o infecciones frecuentes
Si tu sistema inmunológico se siente débil, revisa tu salud intestinal. Más del 70% de las defensas del cuerpo se encuentran en el intestino.
Cómo restaurarlo: Refuerza tu alimentación con vitamina D, zinc, cúrcuma y probióticos; además, prioriza el sueño reparador.
Sanar el intestino no es una dieta, es una forma de reconectar con tu cuerpo. ¡Restaura tu equilibrio desde adentro! Agenda una sesión de nutrición con Sarah Jarret y descubre un plan personalizado para fortalecer tu microbiota y sentirte mejor. Conoce más haciendo click aquí.

