Año nuevo, nuevo tú: Estrategias respaldadas por la ciencia para lograr tus propósitos

Cuando el calendario cambia a un nuevo año, muchos nos embarcamos en la tradición de establecer propósitos de Año Nuevo. Aunque el entusiasmo es palpable, las estadísticas revelan una realidad menos emocionante: sólo una pequeña parte de los propósitos sobrevive más allá de las primeras semanas. ¿Por qué? La respuesta está en la ciencia de la fijación de objetivos y la complejidad del comportamiento humano. Sigue leyendo para saber más.

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Los propósitos suelen surgir de un deseo genuino de mejorar aspectos de nuestras vidas. Sin embargo, pueden quedarse olvidados debido a expectativas poco realistas, falta de planificación e insuficiente comprensión de la ciencia del comportamiento.

¿Qué podemos hacer al respecto?

Fijación de objetivos SMART

La ciencia aboga por los objetivos SMART (por sus siglas en inglés): específicos, medibles, alcanzables, relevantes y sujetos a plazos. La especificidad aclara las intenciones, la mensurabilidad proporciona un mecanismo de seguimiento, la alcanzabilidad garantiza objetivos realistas, la relevancia alinea los objetivos con los valores personales y los criterios de duración determinada infunden un sentido de urgencia.

Intenciones de ejecución

El psicólogo Peter Gollwitzer introdujo el concepto de las intenciones de ejecución: planes específicos que detallan cuándo, dónde y cómo actuará una persona para alcanzar su objetivo. Esta técnica aumenta el compromiso y reduce la probabilidad de sucumbir a decisiones impulsivas.

Formación de hábitos

Los hábitos desempeñan un papel fundamental en el cambio de comportamiento sostenido. Las investigaciones sugieren que los hábitos se forman a través de la repetición y la asociación. Fomentar hábitos positivos que se alineen con los propósitos puede tener un impacto significativo en el éxito a largo plazo.

 

 

    Apoyo social y responsabilidad

    Todos estamos familiarizados con el poder del apoyo social. Compartir los propósitos con amigos y familiares o unirse a comunidades que persiguen objetivos similares crea un sistema de apoyo. Ya sea a través de un sistema de amigos o de un seguimiento regular del progreso, la responsabilidad refuerza el compromiso.

    Gratitud y psicología positiva

    Incorporar prácticas de gratitud y principios de psicología positiva mejora la resistencia y fomenta una mentalidad positiva. Celebrar las pequeñas victorias, incluso ante los contratiempos, contribuye a tener una perspectiva más optimista.

    Mindfulness y gestión del estrés

    Las prácticas de atención plena, incluidas la meditación y las técnicas de gestión del estrés, ayudan a superar los retos asociados al cambio de comportamiento. La reducción de los niveles de estrés repercute positivamente en la toma de decisiones y la resiliencia.

    Enfocar los propósitos de Año Nuevo con una perspectiva científica los transforma de deseos a objetivos tangibles y alcanzables. Al incorporar estas prácticas, podemos navegar con éxito por las complejidades del cambio de comportamiento. Si necesitas energía y motivación extra para lograr tus objetivos, prueba Rigoton, nuestro multivitamínico estrella, B-Complex, un complejo completo de vitaminas B que producen energía y mejoran la ansiedad, la memoria y la depresión, o L-Tyrosine, un aminoácido que ayuda a controlar el cansancio crónico, la ansiedad, la depresión, las alergias, los dolores de cabeza y la tiroides.

    ¡El viaje hacia un “nuevo yo” no consiste sólo en establecer propósitos, sino en aprovechar la ciencia del comportamiento humano para crear transformaciones positivas y duraderas!

     

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